En el momento de la creación de la empresa, uno de los factores de éxito fue la de tener una vocación de liderazgo en el mercado, intentando para ello incorporar a los mejores, creando así un ecosistema de emprendimiento. De igual forma, el hecho de haber comenzado pronto en un mercado aún incipiente, manteniendo el foco y no tocando muchos ámbitos inicialmente, ayudó a la empresa tener un buen posicionamiento en el mercado y crecer en la dirección precisa.